Mariano Rajoy me odia
Yo salía del bar y justo él entraba, con escolta y todo. Como votante suyo y teniendo en cuenta los menosprecios que sin duda el pobre hombre tendría que soportar cada día, me paré a estrecharle la mano y agradecerle sus años de dedicación al país. —Muchas gracias, señor presidente —le dije—. Siga con el…