El sentido de la vida: posibles respuestas

5681_21_1080p

Al final, todo era una broma.

Todo está bien, pero sólo a ratos porque no hay mucha cobertura ni wifi.

Todo estaría bien si supiera la contraseña.

Todo pasa por algo. Normalmente, por joder.

Todo está conectado. Lo cual explica esas espantosas facturas de la luz.

Veré qué puedo hacer, aunque le advierto de que tengo los ojos vendados.

Tienes que abrirte, pero por favor, sin salpicar.

No podemos facilitarle información sobre otro usuario.

¡Camarero, mi agua está mojada!

No hay forma de luchar contra la entropía, es totalmente imposible. Pero he diseñado un método que FUNCIONA.

Nadie puede vivir por ti. No, si pagas tan poco.

Ese era mi autobús. Si corro, no lo pillaré, pero al menos todo el mundo sabrá que ese era mi autobús.

Le daremos los resultados de sus análisis dentro de cuarenta y ocho o setenta y dos años.

Hacer o ser: elige.

Las personas que están delante de nosotros en la cola siempre van más lentas de lo que iremos nosotros. Lo hacen todo mal. Fatal. Si sólo se quedaran un rato a ver cómo lo hacemos nosotros, podrían aprender cómo se hacen las cosas. Pero prefieren irse porque creen que ya lo han hecho todo.

Creía que me vibraba el móvil, pero no.

Buenas tardes, le llamaba para saber si tenía teléfono.

Pilas no incluidas. No funciona a pilas.

Si necesitas algo, dímelo. Me refiero a algo como concepto general, no a algo en concreto. Estoy haciendo una encuesta para saber cuánta gente necesita algo y cuánta no necesita nada.

Lo que quieras. Cualquier cosa. Lo que tú me pidas. No, eso no. Eso tampoco. Yo había pensado en esto.

42

Necesitas aprender a estar solo, esto es algo que te repetimos constantemente las cincuenta personas que estamos encerrados contigo en este ascensor de por vida.

¿Qué ha sido ese ruido?

“¿Tiene algo suelto?”, y le regaló su perro, que se había escapado.

¿Es verdad lo que dicen? ¿Todo lo que dicen?

-Doctor, me duele aquí.

-Pues póngase allí. (Señala a Saturno).

Ven conmigo, si quieres, pero yo no voy.

Hay vida después de la muerte, eso lo sabemos a ciencia cierta. Pero es posible que no se trate de la tuya.

Sería más agradable echarte de menos si no te hubieras ido.

Mi abuela siempre nos decía: “¿Ya os vais? ¿Pero a dónde vais a ir que estéis mejor que aquí?”. Y luego: “Tomad, para que os convidéis a algo”, y nos daba mil pesetas a cada uno.

Lo siento, no hablo español y no soy de aquí.

Tienes que ser fuerte. Y alto. Y rubio. Y con un ojo de cada color.

No me digas lo que tengo que hacer. Sólo contéstame a esta pregunta: ¿qué hago ahora?

Todo pasa. Sólo hay que esperar el tiempo suficiente. La sexta extinción está al caer. Y luego habrá una séptima.

Si estás ahí, da un golpe en la mesa y de paso quítale el polvo, que está hecha un asco.

Va a llover. Pero no sé cuándo.

Mañana. Pero no sé qué.

¿Recuerdas que te dije que todo era una broma? Eso también era una broma.

Autor: Jaime Rubio Hancock

Yo soy el mono de tres cabezas

Un comentario en “El sentido de la vida: posibles respuestas”

Comentarios cerrados.