A: ¡SOCORRO! ¡NO ME MATES!
B: ¿Yo? No sé de qué hablas…
A: ¡Me estás clavando un cuchillo en el pecho!
B: Pero qué dices, ¡esto es un peine!
A: ¡Basta, estoy sangrando!
B: Anda, exagerado.
A: ¡NO! ¡BAJA LA PISTOLA! ¡AAAAH! ¡ME HAS DADO EN LA BARRIGA! ¡AAAAAAH!
B: No digas tonterías, yo estoy aquí tan tranquilo, esperando al autobús, pensando en mis cosas.
A: ¡Pero si estamos en mi casa!
B: Yo no tengo la culpa de que el autobús pase por aquí. Reclama al ayuntamiento o a quien sea.
A: ¿Qué es eso? ¿Qué me das?
B: Agua.
A: Ah, gracias, veo que has entrado en razón… ¡Sabe amarga!
B: Es que el agua de grifo de Barcelona es un asco.
A: ¡Me has envenenado!
B: ¿¡Yo!? ¿Pero por qué dices eso? Me estás ofendiendo con estas acusaciones infundadas.
A: ¡Al menos hazlo rápido! ¡Basta ya de tanto sufrimiento! ¿Qué haces con esa cuerda?
B: Nada, nada; me estoy atando los zapatos.
A: ¿Pero tú crees que la lámpara aguantará?
B: Los zapatos, te digo.
A: ¡Ah! ¡Suéltame! ¡No! ¡No quiero morir ahorc…! Au… Te dije que no aguantaría.
B: ¿El qué?
A: Estoy sangrando por todas partes, tengo el estómago revuelto, me he torcido el tobillo, me has roto la lámpara…
B: En serio, no dices más que tonterías. ¿No tendrás fiebre?
A: ¡AH! ¡BASTA! ¡NO! ¡EN LA CARA, NO! ¡SUELTA LA SARTÉN!
B: Jajaja, qué humor más raro tienes.
A: Mif dientef…
B: Jajaja…
A: ¡Qué me estás echando! Huele a… ¿Es gasolina?
B: No, hombre, si fuera gasolina y te tirara esta cerilla por encima, arderías en llamas.
A: ¿Se puede arder en otra cosa que no sea llamas? ¡AAAAH! ¡AAAAAH! ¡QUEMA! ¡POR FAVOR! ¡AYÚDAME! ¡AAAAAH! ¡Aaaah…! Menos mal que rodando se ha apagado… Duele… Llama a una ambulancia, por favor. ¿Qué haces? ¿Dónde me llevas? Suéltame.
B: Yo no te llevo a ningún lado. Vas tú solo. Yo te sigo.
A: No, por la ventana, no. ¡No! ¡Para! ¡Aaaaah!
B: ¿Qué dices? No te oigo.
A: Jajaja… Vivo en un primero… Jajaja… Sólo me he roto las dos piernas y varias costillas.
B: En serio, no entiendo lo que me estás contando. ¿Te encuentras bien?
A: ¿Eso es mi piano?
B: ¿Un piano? No hombre, no, ¿qué haría yo con un piano?
A: ¡NO! ¡NO ME LO TIRES ENCIMA! ¡NO!
B: Deja de inventar cosas, que me estás preocupando.
A: Ha caído sobre el lado izquierdo. Aún sigo vivo. Me duele todo, excepto lo que ya no siento, pero sigo vivo. ¿Qué es eso?
B: El móvil.
A: ¿Le estás quitando la anilla a una granada?
B: Que no, que es el móvil. Me ha llegado un guadsap.
A: ¡Ah! ¡Socorro! ¡Señora, corra, es una granada! Ah no, era el móvil.
B: Si te lo estoy diciendo. Mira qué foto más graciosa me han enviado. Es un perro.
A: Ah, pues sí. Jejeje… Envíamela.
B: Voy.
A: ¡NO ERA UNA FOTO DE UN PERRO! ¡ERA UNA GRANADA! ¡AH! ¡SOCORRO!
(Se oye una explosión. Mueren A y la señora).
B: Anda, coño, si tenía razón él. Si le estaba asesinando. Anda. Fíjate.
Perfecta metáfora de la situación del país. Deberías aprovechar tu talento con el análisis político para hacerte panadero.
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