Declaración amistosa de accidente

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A: Disculpe, pero me ha dado un golpe.

B: Ehm… Ya lo sé.

A: Fíjese, aquí. Se ve la marca clarísimamente.

B: No, si ya, pero no sé qué quiere de mí.

A: Lo normal sería que hiciéramos un parte y cada cual lo llevara a su compañía aseguradora.

B: Pero es que… A ver… Estamos en un parque de atracciones. En los autos de choque.

A: ¡Y usted me ha dado, caballero! ¡Casi se me caen las gafas!

B: Este juego consiste en darse. Es lo divertido.

A: ¿Pero cómo va a ser divertido ser víctima de un accidente de tráfico? ¡Podríamos haber muerto!

B: Mire a su alrededor: todo el mundo se está dando de tortas.

A: ¡Ya lo sé! ¡Es terrible! ¡Y el gobierno no hace nada!

B: La gente se ríe.

A: ¡Están todos locos! ¡O borrachos! ¡O las dos cosas!

B: Son niños.

A: ¡Eso es lo más que más me preocupa! Niños conduciendo! ¡Normal que haya tantos accidentes!

B: ¿Pero no ve que estamos en un espacio cerrado en el que hay que ir dando vueltas y golpear a otros coches al mismo tiempo que se intenta golpear a los demás?

A: En efecto, ¡la señalización es espantosa! Habría que pintar unos carriles y poner algún semáforo. En esa esquina pondría una rotonda.

B: Le digo que son coches de choque. Que esto es lo normal.

A: No por mucho tiempo. Pienso escribir una carta al director del periódico. Esto será una carretera como tiene que ser.

B: No es una carretera. No se puede ir a ningún sitio. Sólo se puede dar vueltas.

A: No es cierto. Podemos desplazarnos, por ejemplo, de esta esquina de aquí a esa esquina de allá.

B: Pero eso es aburridísimo.

A: ¿Y quién dice que conducir tiene que ser divertido? ¿A usted le parece divertido causar accidentes y provocar muertes?

B: Mire, lo que usted diga. Yo voy a seguir, si no le importa, que se acaba el tiempo.

A: No, no. Usted no se va de aquí hasta que arreglemos los papeles.

B: ¿Pero qué papeles? ¡No tengo papeles! ¡Esto es un coche de choque! ¡No hay seguro!

A: Pues tendremos que llamar a la policía.

B: Mire, yo me larg… ¡Suélteme!

A: Ni hablar, que además su coche no tiene matrícula.

B: ¡Es que no tiene por qué!

A: Explíqueselo a la policía. ¿Hola? Sí, mire, estoy en el parque de atracciones y he sufrido un accidente con un coche sin seguro.

B: ¿Pero quiere soltarme, pirado?

A: Sí, espero.

B: ¡Que me va a romper la camisa!

A: ¡Agente, aquí!

C: ¿Usted ha llamado?

A: Sí, es que hemos sufrido un accidente y este hombre no tiene los papeles del seguro. Y el coche no está matriculado.

C: Vaya, vaya… Permiso de conducir.

B: No tengo permiso de conducir.

C: ¿Tampoco? ¿No habrá bebido, también?

B: ¡Oiga! ¡Que esto son unos coches de choque! ¡Que no hace falta permiso de conducir!

C: A ver, que se llaman COCHES de choque. Pues claro que hace falta permiso de conducir.

B: ¿Y estos niños? ¿Todos tienen permiso de conducir?

C: Mire, ahora estamos hablando de usted. Que los demás lo hagan no significa que sea correcto.

A: Eso es.

C: Por favor, caballero, no interrumpa, que ya hay suficiente tensión.

A: Perdón.

B: ¡No hay ninguna tensión!

C: Tranquilos todos. De momento, voy a llamar a la grúa para que se lleve este vehículo y usted se viene conmigo al cuartelillo.

A: ¿Y yo qué hago?

C: ¿El coche está bien para seguir?

A: Sí, sólo tiene esta mancha en la goma y tengo más fichas.

C: Pues deme sus datos y siga su camino.

A: Aquí tiene mi tarjeta.

C: Gracias.

B: Oiga…

C: Le recomiendo que guarde silencio y espere a que estemos en comisaría.

B: Son autos de choque… Lo normal es darse golpes.

C: Los accidentes son una lacra, sí.

B: ¿Se da cuenta de que el otro conductor está dando vueltas?

C: Está en su derecho.

B: Son coches de choque.

C: Le oí la primera vez.

Autor: Jaime Rubio Hancock

Yo soy el mono de tres cabezas

Un comentario en “Declaración amistosa de accidente”

  1. Un relato buenísimo. Me he reído un buen rato. Lo triste es que hace poco me pasó algo parecido en la realidad, era como hablar con una pared. Me ha encantado.

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