Jaime Rubio

Jaime Rubio Hancock (Barcelona 1977, aunque aparenta 1981) trabaja en Verne, donde escribe cosas y hace café. Acaba de publicar ¿Está bien pegar a un nazi?. Autor del blog La decadencia del ingenio  y de las novelas La decadencia del ingenioEl secreto de mi éxito El problema de la bala. También ha colaborado con GQ.com y con Periódico Diagonal. Siempre habla de sí mismo en tercera persona para que no le confundan consigo mismo, pero me acabo liando y se delata.

perro

10 opiniones en “Jaime Rubio”

  1. Escribo para lanzar una sugerencia al ojo de sus queridos monos redactores. Una vez que que les haya echado dos, tres, incluso cuatro gotas de colirio dependiendo del tono sangriento del ojo, aplique un vendaje con seda iraní (si no lo encuentra también vale fina seda sacada de lo más profundo y recóndito de la selva colombiana. Pregunte a un nukak para más info) dando entre siete y veinticuatro vueltas a la cabeza (a gusto del consumidor), siempre, y muy importante, ni demasiado fuerte ni demasiado flojo, ya que se corre un grave riesgo de que dicho vendaje se caiga, su mono tropiece y caiga clavándose un clavo en el ojo vendado (o en el sano, cosa que… jajaja, cosa que sería… jajajajjajaja, sería bastante traumatizante para el pobre mono JAJAJJAJAJAJJAJAJA)
    Ay qué risa, mona lisa. Jajajajajaja. Perdone, perdone, qué falta de respeto. Ya paro…
    Bueno vamos al tajo, que se nos va la mañana en pequeñeces. Una vez que su mono esté bien del… JAJAJJAJAJAJAJ del ojo… AJJAJAJAJAJAJAJA. Ya, ya paro, en serio. Una vez esté su mono sano, indíquele que quizá sería bueno poner un botón en la parte superior de la web donde ponga «ALEATORIO». Y, como bien podrá suponer, si se hace clic en él aparecerá un artículo de su querido blog a voleo para gusto y disfrute del usuario web. Le puede parecer absurdo, cosa más que respetable, pero aunque sólo sea porque a mí me hace ilusión y lo voy a utilizar, le ordeno en voz alta que LO PONGA. ¡Ejecute mi deseo, paleto de pueblo! ¡Y gordo! (en caso de que sea, en caso negativo le pido acepte mis más sinceras disculpas).

    Se despide caminando hacia atrás, inclinado, mirando al suelo y con una mano en el corazón, un fiel subdito suyo.

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      1. Veo que sus queridos monos han ejecutado mi deseo. Me siento honrado. Al menos en parte, porque dije expresamente que fuera en el menú superior. Pero bueno, soy conocido por mi bondad y se lo perdono. Al menos esta vez y la siguiente si se precia. A la tercera caerá mi furia sobre este blog.
        Gracias.

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      2. Si es que cuando nos ponemos a pensar somos la leche. Muchas gracias por su hábil solución, ya estoy más que satisfecho.

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  2. Así me gusta. Ahora, y en vista de que su blog será el más visto del planeta Tierra gracias a mi genial idea, le ordeno que ingreses todos sus ahorros en mi cuenta. Me da pereza apuntarla, así que búsquela. O delegue el asunto a uno de sus monos (¿qué tal su ojo, por cierto? Espero una pronta y no poca dolorosa recuperación). Tranquilo, no tengo especial prisa. Con que esté en un par de horas me viene bien.

    Se despide caminando hacia atrás, inclinado, mirando al suelo y con una mano en el corazón, un fiel subdito suyo.

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  3. Acabo de descubrir este blog porque me ha encantado tu artículo de hoy en Verne. El diccionario empresariés-español es impecable. Gracias por la precisión y por las risas que me he echado leyéndolo.

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