Me he enterado de que en breve se van a conceder unos premios muy importantes de cine, llamados Oscar. Al parecer, cada año se entregan estos galardones a las mejores películas de la historia, en categorías como Literatura, Medicina, Química y Paz, por ejemplo y entre otras.
Dado que soy un hombre de mi tiempo (las siete y pico, por lo menos), ayer decidí que sería buena idea acercarme a una de las salas en las que se emiten estos contenidos audiovisuales de entretenimiento llamados películas. Soy lo que llaman un early adopter: en cuanto me entero de una nueva tecnología, tengo que probarla. De ahí mi colección de theremines.
Lo primero que me sorprendió fue el precio. Me pareció un poco exagerado tener que dejar a mi primogénito en taquilla, pero me aseguraron que se hará cargo de él una buena familia que le dará todo lo que yo no he podido darle, incluyendo una tarde en el cine.
El precio me pareció especialmente excesivo si tenemos en cuenta que 1) las palomitas se pagaban aparte y apenas tenían carne, y 2) en la sala no había luz. Le pregunté a una señora si se habían fundido las bombillas, pero me mandó callar de malas maneras.
Eso sí, el verdadero timo llegó cuando comenzó la película: ¡no era más que una grabación! Protesté en voz muy alta, exigiendo inmediatamente la presencia de Sandra Bullock en el escenario o que me devolvieran el dinero.
Los demás asistentes, siguiendo el comportamiento conformista que tanto daño está haciendo a esta apagada sociedad contemporánea, me hicieron callar (¡a mí!) de malas maneras, llegando incluso a introducirme en la boca, con cierta violencia, un calcetín ligeramente húmedo.
Ya que había pagado la entrada, decidí quedarme a ver el resto de la película, que además me resultó muy poco verosímil. Tomemos por ejemplo el personaje de George Clooney. ¿Cómo podemos creernos que es un veterano astronauta cuando por lo que pude leer en internet también ha robado casinos y se fugó de la cárcel en los años 30 para recuperar un botín de 1,2 millones de dólares? Y eso además de su experiencia como abogado matrimonialista, médico y Batman. ¿Quién tiene tiempo en la vida para hacer tantas cosas? Ese currículum resulta poco o nada creíble y ante tal cúmulo de despropósitos me resultó imposible meterme en la historia.
Además, la película tiene lugar en el espacio… Sí, técnicamente, todo tiene lugar en el espacio. Y en el tiempo. Quería decir que la acción transcurre más allá de la atmósfera terrestre. Y no vemos ni marcianos, ni rayos láser, ni a Darth Vader, a pesar de que me documenté sobre el género y sé perfectamente que Darth Vader es un personaje clásico de la ciencia ficción. ¡Pues vaya!
En definitiva, el cine me decepcionó: me sentí estafado por una experiencia muy lejana a lo que me habían prometido en los vistosos carteles del metro y, sobre todo, en los artículos que había leído acerca de esta nueva tecnología. Espero que en el futuro la ciencia avance lo suficiente como para ofrecernos, al menos, historias interpretadas en el escenario por los propios actores y no por meros sucedáneos, con independencia de las dimensiones que tengan.
También eché en falta un poco de humor. Tal vez un mono gracioso acompañando en su viaje a Sandra Bullock hubiera ayudado a que la historia fuera más divertida. No sé, la pobre mujer intentando arrancar la nave y resulta que el mono ha escondido las llaves… JAJAJA… Monos… Eso hubiera estado bien.
Aparte de hacerme reír me has enseñado lo que es un theremine!
Me gustaMe gusta
¡Te lo habrá enseñado Google! ¡Yo soy muy pudoroso y no voy enseñando según qué cosas!
Me gustaMe gusta